(Reseña) La Cantera: Hamlet en las alturas

(Reseña) La Cantera: Hamlet en las alturas

Una de las tantas cosas que frustró la pandemia y el aislamiento social fue el estreno en salas peruanas de La cantera (2019), película escrita, dirigida y producida por Miguel Barreda Delgado, que esperábamos en marzo y que gracias a la sexta edición del Festival de Cine en las Alturas pudimos verla y aquí está nuestro comentario.

Ante la muerte de su padre, Juan (interpretado por Carlos Rudas Apaza) no es capaz de superar tan traumático episodio. Esta muerte coincide con el retorno de su tío (hermano del difunto y de quien Juan sospecha), lo que revive una antigua historia entre él y la viuda y además, una serie de negocios irregulares que afecta a los canteros, los cuales no confían en el hermano que les ofrece un negocio turbio.

La cantera es una película que, para ver la luz, pasó un largo proceso de casi diez años, en los que tuvo que esperar una subvención estatal para por fin terminar su proceso de posproducción, lo que ya nos dice de las dificultades para hacer cine en nuestro país. Afortunadamente, lo consiguió, y es por ello que podemos ver la historia de este particular Hamlet, cuya Dinamarca son las canteras de sillar. Aunque no es una adaptación del clásico shakespeariano, toma algunos elementos y mantiene el esquema protagónico: el hijo que quiere vengar a su padre, el tío que saca ventaja de la viuda, la aparente locura del hijo y su quebrada relación con su novia y la familia de esta, entre otros más, incluso el guiño con la calavera, transfigurado aquí como una bola blanca de sillar.

Cuando estos elementos son llevados a Arequipa, algunos tienen un mejor resultado que otros. Uno de los puntos más flacos de esta versión, y del guion, es la «vaiveneante» relación entre Gabriela (la madre, interpretada por Andrea Pani) y el tío (John Dávila), cuya línea argumental no es muy clara y por momentos monótona. No hay una actuación que sobresalga del conjunto, pero hay otros elementos que permiten que la película se sostenga y transite con cierta cadencia hasta el final. Visualmente, la cantera es un paisaje natural que sobrecoge; se muestra también la problemática social de la explotación de los canteros y de las mafias de terrenos que intentan apoderarse de las canteras para dejar a los canteros sin ingresos. 

Por Christian Ávalos

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