Los diseñadores e ingenieros del Nissan Ariya no solo consideraron la ergonomía involucrada para llegar al tablero, sino que crearon una nueva apariencia para los controles tradicionales, que requirió repensar el espacio de la cabina, el tacto y el posicionamiento.
El interior del Ariya fue diseñado para ser una cabina espaciosa y abierta que ofrece una sensación de calma y serenidad, siendo parte de un tablero sin botones tradicionales. La elegante moldura de madera veteada que divide el tablero cobra vida al encender el Ariya, iluminando un conjunto de controles ambientales que se encuentran justo debajo de la superficie del tablero. Utilizando una nueva generación de controles de retroalimentación háptica, estos botones sutilmente integrados abren un mundo de posibilidades en la relación entre función y diseño.
Los botones de retroalimentación háptica están agrupados en dos áreas específicas dentro del vehículo: en el tablero principal y en el reposabrazos central ajustable. El objetivo era no solo integrar la tecnología en el diseño de la cabina como un medio para cautivar a los pasajeros, sino que también dar una sensación natural y receptiva para una amplia variedad de conductores.
Luego de extensas pruebas, el equipo se decidió por botones electrostáticos que no solo son más grandes que los controles hápticos tradicionales, sino que también están más espaciados. Esto permite una sensación realista e intuitiva para los usuarios, y amplifica la retroalimentación táctil con la sensación de clic de un botón mecánico, a pesar de que este no existe.

Posteriormente vino el ajuste de las vibraciones y los sonidos. Eso es correcto, suena. “La vibración y el sonido son inseparables”, explica Tomotaka Igarashi, el ingeniero a cargo del desarrollo de la HMI interior del Ariya. “Puede parecer obvio, pero esto desafió a nuestro equipo a desarrollar un sonido único que coincidiera con las expectativas del conductor y al mismo tiempo lo diseñara para que fuera lo más agradable posible”.
Tal atención al detalle en un crossover totalmente eléctrico es, por supuesto, una necesidad, ya que el sonido mínimo emitido por el tren motriz eléctrico significa que los sonidos desarrollados por el equipo se escucharán claramente mientras se conduce. El desarrollo de los controles hápticos requirió que todos los escenarios posibles se probaran repetidamente para garantizar el uso fácil de una amplia gama de conductores. Eso significó pruebas exhaustivas por parte de personas con dedos de diferentes tamaños y longitudes de uñas, y con diferentes fuerzas de presión de los botones y ángulos de enganche. También se probaron las manos enguantadas para garantizar la activación del botón.
Este es solo un ejemplo de cómo el diseño y la función se han integrado en el desarrollo del Ariya desde el principio para ofrecer una experiencia de conducción y un nivel de interacción totalmente únicos.