(Entrevista) Solenoide: “La literatura y la música se mezclan y complementan de manera natural en nosotros”

(Entrevista) Solenoide: “La literatura y la música se mezclan y complementan de manera natural en nosotros”

La banda peruana de shoegaze Solenoide estrenó su EP titulado “Casa de Islandia”, proponiendo un un nuevo proyecto de litrock. Aquí sus fundadores, Laura Rosales y Oscar Contreras, nos cuentan un poco de esta fusión de música y literatura.

El shoegaze tuvo mucho éxito digamos que hasta inicios de los 90s ¿Por qué elegirlo ahora? ¿Dirían que la fusión que hacen de shoegaze con el dreampop crea su propio sonido, lo que los identificará como banda?
OC: El shoegaze y el dream pop son géneros musicales con los cuales nos hemos sentido identificados en muchas etapas de nuestra vida. Hay cierta pulsión sónica atemporal en un paisaje de caos ordenado, y a la vez sobrevolado por voces angélicas. Nuestro sonido se gesta en la línea tenue de ese horizonte.
LR: Siempre hemos sido libres en nuestra exploración musical, no es que estos subgéneros nos los hayamos impuesto o haya sido nuestra meta sonar y estar dentro de este espectro experimental. Sí nos gusta el shoegaze y el dreampop, es la música que más consumimos, pero de manera natural nuestro sonido se fue por esa rama, adquirió ese espíritu sin pensarlo. Creo que también es cuestión de caracteres.  Somos introvertidos, reflexivos, lo que sucede a nuestro alrededor es como un sueño vivido muy intensamente con aparición de fantasías, estamos en el punto medio de la realidad y el sueño, ahí nos situamos como artistas para crear; es por ello es que conectamos y nos manifestamos con estos subgéneros noventeros, pensamos que el shoegaze y el dreampop suenan de fondo durante esos viajes astrales.

El nombre de la banda, Solenoide, nace de la novela del escritor Rumano, Mircea Cartarescu, ¿Cómo fue que llegaron a él?
OC: La primera vez que escuché de Mircea Cartarescu, fue luego de la reciente publicación en España de la primera (y hasta donde sé, aún única) traducción al español de su maravilloso libro de cuentos Nostalgia, en Impedimenta, donde ya se menciona el REM que aparecerá luego en Solenoide. A pesar de las maravillosas reseñas que aparecían cada dos o tres días en redes, y donde varios escritores peruanos desfilaban para dar testimonio de haber asistido al milagro de poder leer eses libro, el libro era inubicable aún en Lima. Cartarescu era aún muy poco conocido fuera de Rumanía. Un poco para promocionar el libro, en esos días una amiga escritora de País Vasco, Luisa Etxenike, iba a organizar una entrevista a Mircea Cartarescu en San Sebastián, y tuve la suerte que me enviara una copia —que allá estaban medio stockeados— salvo que, para mi sorpresa, el libro estaba autografiado por el mismo Mircea. Era como tener un autógrafo de Thomas Pynchon.
LR: Yo llegué a Mircea Cartarescu por Oscar. Oscar tiene buen gusto, entonces al ver su entusiasmo por el escritor rumano supe que tenía que leerlo también. Empecé leyendo Lulú a inicios del 2019 por recomendación de un amigo lector y posteriormente llegué a Solenoide. Ahí entendí por qué Oscar propuso Solenoide como nombre para la banda. Ingresar a la novela es como entrar a un gran sueño. Bucarest como una ciudad-sueño apocalíptica derrumbándose, pero atravesada también por rayos de luz compuesta por los recuerdos, la nostalgia, la ternura y el amor.
Me encanta Solenoide como nombre de la banda. Escuchar Solenoide, sobrevolar la realidad y el sueño, es como adentrarse a la Bucarest de Mircea.

Si bien, la poesía puede estar ligada a las letras musicales ¿de dónde sale la idea de juntar la literatura de Mircea Cartarescu y su música? No es en vano que el primer single lleve su nombre.
OC: El río de la poesía tiene que venir de Laura (Rosales). Ella es poeta y tiene ya tres libros publicados, y ha estado ligada a la literatura durante casi toda la vida —incluso más tiempo que al Shoegaze. Por mi parte siempre he consumido mucha narrativa. Y en algún momento, sin proponérnoslo directamente, nos dimos cuenta que nuestras referencias a la hora de definir las letras de nuestras canciones, venían del lado libresco, más que de canciones de referencia. Cuando todos accedimos por unanimidad a adoptar el nombre de Solenoide, que yo leía con ferocidad por el 2018, el siguiente paso casi natural fue tener una canción que fuera como un diorama de una escena de esa novela monumental.
LR: No solo la influencia de Cartarescu está presente en nuestra música, también está presente Clarice Lispector, Alejandra Pizarnik, entre otros autores y autoras y por supuesto también de la literatura peruana. Nuestro sencillo Cartarescu ya estaba cerrado hace años cuando yo todavía no leía Solenoide. Yo solo confié en el torrente creativo de Oscar para el primer single y después de la lectura de Solenoide pude unir las piezas del rompecabezas y le encontré un sentido maravilloso. La literatura y la música se mezclan y complementan de manera natural en nosotros. Yo escribo, Oscar también. Somos escritores haciendo música, entonces tenía que darse de esta forma u alguna forma parecida.

Algo que me llamó la atención, es que la banda tiene dos voces: Laura Rosales y Héctor Espinoza, ¿algún motivo en especial para esto?
OC: La idea de incorporar dos voces en el proyecto fue algo que empezamos a considerar con Laura, desde los inicios. Queríamos una voz que contrastara en registro con la de Laura, de modo que pudiéramos crear texturas contrapuntísticas similares al diálogo constante que mantienen entre sí las guitarras eléctricas. La voz de Héctor fue determinante para que nuestra paleta sónica se ampliara.
LR: Desde que comenzó el proyecto queríamos que haya una voz masculina que cante conmigo. Volviendo al páramo de lo onírico, en los sueños existe eco, prolongación, retorno, confrontación con el otro yo, por tanto, era clave que haya otro cantante. En cuanto a las voces de Solenoide, la propuesta es el de las voces entrelazadas como en danza o combate. La fórmula también funciona porque Héctor y yo somos buenos amigos. Llevo años cantando junto a Héctor en otros proyectos, me siento muy cómoda.

¿Qué expectativas tienen de este primer EP?
Tal vez la primera —ya cumplida a lo largo y ancho de todas sus expectativas—, fue dejar un registro profesional de nuestras canciones, trabajando con las personas más idóneas que pudiéramos encontrar en este país para entendernos en el género: Mario Silvania y Juancho Esquivel (Juan Nolag).
El disco nos está abriendo muchas puertas, espacios dónde tocar, nuevos aliadxs que se suman a la nave de Solenoide. Ahora mismo esperamos poder grabar todas las canciones que tenemos en versiones demo casi cerrados, y consolidar un disco completo.
Ah, y por supuesto, telonear a Beach House y Slowdive.

¿Cómo han visto su recorrido desde el 2019 hasta hoy?
Hemos pasado por diversas etapas, desde las más rudimentarias en cuanto a equipos e instrumentos, hasta la grabación profesional de nuestro disco. Tal vez uno de los momentos cruciales de Solenoide fue la incorporación de Renzo López en la batería. Desde entonces la consecución de las metas que nos hemos ido trazando, se han cumplido orgánicamente.
Adicionalmente podemos decir que desde que salimos a la luz a través de grabaciones profesionales, nos hemos visto en la necesidad de estar más activos en redes sociales. Antes a decir verdad nos importaba poco o nada, estábamos más enfocados en el proceso creativo, ahora hemos reactivado el Instragram y hasta tenemos una cuenta en Tik Tok. Exponer nuestra música conlleva a que seamos nuestros propios gestores culturales, managers, community managers. Hacemos varias cosas, ya no solo componer y estamos disfrutando ese aprendizaje.
Por otro lado, nos sigue sorprendiendo la cantidad de personas que empatizan con la banda y hacen suyas nuestras canciones. Personas que inclusive no sabían lo que era el shoegaze o dreampop antes de escucharnos, y eso es bello, lejos de cualquier etiqueta encuentran en nuestra música una casa, un sentido de pertenencia. La cantidad de oyentes ha crecido, hemos llegado a países que ni imaginábamos, como Polonia o Japón.

¿Qué es lo que se viene para la banda, en cuánto a sus creaciones musicales? ¿Presentaciones?
Este 20 de julio estaremos estrenando el video de una sesión en vivo en Estudios Tamboril de una canción muy especial para nosotros: Centinela. Laura la tenía escrita de un periodo presolenóidico, y fue de las primeras canciones que pude instrumentar de una forma que considerábamos propiamente solenoidica. Ahora mismo estamos replanteando algunas canciones todavía inéditas de modo que podamos incorporarlas a los setlists de nuestros conciertos.
Las presentaciones que se vienen aún se están gestando. De hecho en cuanto las tengamos se lo haremos saber a nuestra audiencia a través de nuestras redes.

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